domingo, 13 de noviembre de 2016

ÉTICA PARA ESTUDIANTES

¿Cómo hablarles de algo tan importante y tan especial que diariamente estamos construyendo y que nosotros como personas tal vez erramos al hacerlo? La vida del ser humano por algunos momentos se vuelve compleja, al menos, desde mi punto de vista, cuestión que depende de los ideales de cada una de las personas. Podríamos preguntarnos ¿Qué es la ética? ¿Qué es lo malo? ¿Qué es lo bueno? Lo que para uno es para otra persona no lo es, el significado de ambos conceptos implica un alto grado de responsabilidad de acciones de cada uno de nosotros en nuestros actos cotidianos ¿Qué función cumple la sociedad donde nos desenvolvemos al respecto de tal definición? Al respecto Sagols, De la Garza y Linares (2005) señalan:

Como pensaba Sócrates y Platón todo hombre es filósofo. La filosofía es una vocación humana universal. Todos nos planteamos preguntas radicales ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte?  ¿Qué es lo real? ¿Cómo ser mejores? Hacer filosofía implica tener un estado de asombro, vigilia, racionalidad y comunicación, pregunta, búsqueda, docta ignorancia, philia por la sophia y vocación humana (pág. 3).

Sin embargo, como individuos practiquemos o no la filosofía, en nuestras acciones cotidianas siempre habrá una carga ética, es decir, acciones que hagamos y que pueden ser buenas o malas, de acuerdo a los códigos morales que rigen a una sociedad determinada.
Permanecemos dentro de una sociedad y en ella existen normas sociales que debemos de cumplir y que regulan nuestras acciones, por ello, como afirma Guzmán (2002) “el arte de vivir es hacer de la vida una obra de arte” (p.123).

Todo hombre dentro de la faz de la tierra debe ser virtuoso para actuar de acuerdo a la vida buena y ser ejemplo dentro de la sociedad y con sus actos demostrar que no estamos lejos de alcanzar una sociedad justa con principios, con justicia, con tolerancia, con democracia, una sociedad cuyo pilar fundamental sean los valores, por ello, la virtud es la cadena de todas las perfecciones, es el centro de la felicidad. La virtud convierte al hombre en prudente, discreto, sagaz, cuerdo, sabio, valeroso, moderado, íntegro, feliz, digno de aplauso, verdadero, es decir, un gran hombre de todo; al respecto Gracian (1996) afirma que la virtud hace al hombre digno, de ser amado, cuando vive, y memorable, una vez muerto.
Los filósofos han reflexionado en su momento acerca de este tema tan interesante para la sociedad como lo es la ética, Sagols y Linares (2005) afirma:

Kant reflexiona sobre la vida buena de acuerdo a una cierta idea del hombre y la libertad, sobre la virtud, los valores y el bien. Para platón el bien reside en el topos uranos (lugar celeste), para Aristóteles el bien supremo se conquista con la contemplación de Dios, para Spinoza, la sabiduría y la felicidad se conquistan cuando se comprende el mundo según la eternidad de Dios. Para Kant, hemos de cumplir con el deber solo porque éste se hace presente ante nuestra razón (pág. 7).

Los filósofos con sus reflexiones nos van orientando sobre nuestra manera de pensar y actuar con nuestras acciones cotidianas, sin embargo, sin lugar a dudas, la ética es inmanente, pues, cada uno de nosotros debemos de plantearnos las interrogantes que nos vayan señalando el rumbo a seguir y que nuestras acciones vayan enfocadas a construir una sociedad más justa.

Como seres racionales e integrantes de una sociedad, conocemos que los valores son ideales que tenemos y debemos de cumplir, si bien es cierto que en cada uno de nosotros está el poder de decisión sobre qué es lo que debemos de hacer bien, pero no todos tomamos conciencia sobre el bien y el mal de las cosas que hacemos, en la lectura ética para errantes equivocarse es atreverse a vivir la vida y reconocer que nos hemos equivocado, y no equivocarse es estar mal, pues, no conocemos en donde está el bien y en donde el mal, situaciones de este tipo nos marca a todos los seres humanos, ya que todos, alguna vez nos hemos equivocado en nuestras vidas, pero lo más importante, es que aprendemos de nuestros errores y valoramos las decisiones posteriores. Muchas veces queremos ayudar a los demás con nuestras acciones y sin embargo, creamos problemas a otras personas, lo que para nosotros es correcto para otros es incorrecto.

Como seres humanos habitantes de este planeta debemos de hacer un esfuerzo por hacer el bien, debemos de cuidar el aire que respiramos, debemos de cuidar el mar, debemos de cuidar la naturaleza, debemos de ser responsables por nuestros actos, que nuestros avances científicos y tecnológicos sean para construir una sociedad sustentable, no para degradar el medio ambiente en que vivimos.

Pensemos por unos instantes en temas de reproducción asistida como la fertilización invitro,  la inseminación artificial, la eugenesia, el trasplante de órganos, los transgénicos y la clonación, por mencionar algunos; las intenciones por la cual surgen estas técnicas son muy buenas, pero finalmente se quedan en buenas intenciones, en ocasiones nosotros mismos erramos moralmente al desviar los fines o al vender nuestros servicios a las grandes corporaciones o a la delincuencia organizada, debemos de respetar la vida, la naturaleza, la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella y si es así somos responsables por nuestros actos, tenemos la obligación de luchar por una sociedad más justa y equitativa, debemos de hacer el bien y vivir conforme a la vida buena con nuestros hermanos, debemos de luchar por hacer una sociedad que viva en armonía con la naturaleza y heredar a nuestros hijos buenos valores que garanticen la sobre vivencia del ser humano sobre la faz de la tierra.


LISTA DE REFERENCIAS

Gracian, B. (1996). El arte de la prudencia. México, D.F: Planeta México.

Guzmán, A. (2002) (Primera Edición). Maestría personal. Como hacer de la vida una obra de arte. México, D.F: Pax México

Piña, J.M. & Chávez, M.E. (2005) (Primera Edición) Ética y Valores II. México, D.F: Publicaciones cultural.

Sagols, L.M., Linares, J.E., & de la Garza, C. (2005) Ética y valores I (Primera edición). México, D.F: McGraw Hill Interamericana.

           

           

           


sábado, 24 de septiembre de 2016

El físico sabe muy bien que lo que dice su teoría no lo hay en la realidad (...) El hombre de la calle trabaja sobre el plano real y describe fenómenos reales (aquellos que afectan directamente nuestra experiencia sensible o mesocosmos) mientras que el científico trabaja en un plano ideal donde describe fenómenos científicos (relativos al microcosmos y al macrocosmos) que tienen una correpondencia mucho menos estrecha con el mundo experiencial que conocemos. (...) El punto matemático, el triángulo geométrico, el átomo físico, no poseerían las exactas cualidades que poseen si no fuesen meras construcciones mentales.” Ortega y Gasset (1964)